EUROPA PRESS
17 enero 2011
Desayunar fuerte
"no es recomendable" en las dietas de adelgazamiento
Contrariamente a lo que se creía, un desayuno "grande y
completo" no es lo más recomendable en las dietas de adelgazamiento,
puesto que no reduce el hambre ni rebaja, por lo tanto, la cantidad total de
calorías que se consumen diariamente, según se desprende de un estudio
realizado por investigadores del Centro de Medicina Nutricional Else-Kröner-Fresenius
(Alemania).
El
equipo de trabajo, dirigido por el experto Volker Schusdziarra, tomó una muestra de más de 300 personas a las
que se les pidió llevar un diario con anotaciones sobre todo lo que comían en
cada momento del día. Estas personas debían alternar el consumo de un gran
desayuno, con otros pequeños o incluso, en ocasiones, omitirlo.
"Los
resultados del estudio han demostrado que aquellas personas que comían lo mismo
en la hora de la comida y la cena, con independencia de lo que tomasen en el
desayuno, adelgazaban mucho más que aquellas que basaban en el desayuno la
comida principal del día", explica Schusdziarra.
Según
apunta, esto significa que un gran desayuno, que suele tener un promedio de 400
calorías, no contribuye a la pérdida de peso, sino que hace que, al final del
día, se acumulen en el cuerpo 400 calorías más.
Omitir el almuerzo de media mañana
"Lo
que realmente marca alguna diferencia es omitir el almuerzo o el 'picoteo' de
media mañana", señala el doctor, que recuerda que si alguien, por las
circunstancias que sea, necesita ingerir un desayuno muy fuerte, "se verá
obligado a reducir las calorías extra a lo largo del día".
Para
los responsables de la investigación, ésta demuestra la concepción
"errónea" que se mantenía sobre los beneficios de un gran desayuno en
las dietas de adelgazamiento. "Si se quiere bajar de peso con eficacia lo
mejor es reducir las calorías consumidas, reduciendo grasas saturadas y
azúcares y comiendo fruta y verdura cinco veces al día", concluyen.